Todo, menos...
Si te he querido o abrazado cuando no tocaba,
puedo esperar que llegue la dulce primavera.
Si no he seguido el compás de tu música, puedo aprender a ser mejor alumno.
Puedo esperar y aprender lo que sea,
pero lo que no puedo
es dejar de verte.
Efímero instante
¿Quién te amará más allá de las estrellas,
que nacen y mueren
en el único universo que queda
de los múltiples,
que nos vieron nacer y morir?
¿Quién sentirá
el vivo recuerdo de aquellos atardeceres, apartados de lo insignificante,
y tan cerca de los círculos anillados
con el rescoldo de tu deseo?
Pues será aquel momento robado,
que yo buscaré...
amando y sintiendo...
en el bello y efímero instante.
Luz de oscuridad* I
No te das cuenta, luz de oscuridad,
que los caminos de tinta negra
que restan valentía a tu corazón,
no son más…
que pensamientos enrocados
en tiempos ya pasados.
No te das cuenta, luz de oscuridad,
que tu luz brilla tanto
que ancianas y lejanas estrellas
no pueden apagarse de tanta claridad.
* Poema musicado y interpretado por el compositor portugués
Daniel da Silva – guitarra flamenca.
II
¿De que tienes miedo?
Si Dios y todo el Universo
vive en gracia y alegría hacia…
el rayo luminoso que irradia
tu luz de oscuridad.
Recuerdos flotantes
Vivo en el recuerdo de los sueños,
aquellos que son eternos,
sueños con recuerdos de colores
dentro del espectro flotante de la belleza
efímera y no entendida.
Siempre buscando el aire que corre
y huyendo de ellos,
que son quienes los crean.
Lejos fui
Lejos, muy lejos...
ella me llevó al tenue recuerdo
de mis mares conocidos,
con corazón y esfuerzo,
divididos y apartados
por los infinitos horizontes azules,
tan lejanos
de los sólidos y firmes
caminos de luz.
Eran sueños
Eran sueños,
sueños todos míos.
Ellos,
en las mentes de otra gente,
mentes...
perdidas en mi pensamiento.
Mil lunas llenas
Mil lunas llenas
iluminan mi temor,
pero su luz…
tan distante,
tan lejana,
no llega a mi corazón.
Simplicidad elegante
Esa noche la luna estaba en llamas
las aguas del mar temblaban
y los ojos más lejanos del cielo
se resistían a morir.
Había una razón para esto,
dicen que fue debido
al ritmo de tu paso y alegría;
y aun más... el vacío de los demás,
estuvo allí de nuevo,
para ver cómo la luna en llamas,
liberó su alma de demonio
ante tu elegante simplicidad.
Mi mano
Si llegas mañana,
tan pronto como tarde,
encontrarás mi mano,
y en ella sentirás,
que el paso del tiempo la ha hecho,
paciente y amiga.
Y si la coges…
como hojas de otoño caídas,
nos perderemos,
donde nos lleve el viento.
Me llaman
Sueños me llaman,
sueños fundiendose
en la luz de mi deseo.
Luz que llega
de lugares donde nada queda.
Sólo el recuerdo
de una vieja luz,
que vio latir con fuerza
corazones de fuego.
Quien espera
Soy quien impaciente espera,
la luz que dicen que de lejos llega.
Soy quien espera...
no importa si veo la Tierra,
llana, redonda o deforme.
La luz que llega,
sabrá darle su forma.